Las tareas de acondicionamiento de un hogar en dónde vivirá el hurón pasan necesariamente por cerrar todos los agujeros por donde puede escapar, quitar cualquier cosa esponjosa que esté a su alcance, cambiar de sitio las cosas frágiles a las que pueda acceder y asegurarse de que los armario cierran bien. A los hurones les encanta meterse por cualquier agujero (incluso tan pequeño como de 5 x 5 cm, e incluso menor para los pequeños y hasta para algunos adultos), esto puede ser peligroso si el hoyo conduce al refrigerador u a otro aparato, o si está en una pared que conduce hacia afuera. Reptan sobre su estómago en busca de agujeros cerca del suelo, especialmente en la cocina o en la habitación de la lavadora.
Muchos hurones son buenos saltadores y trepadores. Pueden subirse a un sofá, al cubo de la basura, a un estante alto de una estantería, meterse en una la bañera, en la parte de atrás de un altavoz o sobre una puerta que usted pensaba guardar en el trastero ... También abren gabinetes, abren paquetes y suben hasta los escritorios desde el suelo.
Aparte de los peligros evidentes, tales como los cables (a los que, generalmente, no les gusta masticar) y botellas de artículos de limpieza para la casa o productos químicos (los cuales no les gusta beber), sea particularmente cuidados con esponjas, gomas, plantillas de los zapatos, goma espuma (incluso dentro de un cojín o un colchón), topes de goma para las puertas, aisladores y cualquier cosa que sea esponjosa o elástica. A los hurones les encanta masticar todo ese tipo de cosas, y tragarse los pedacitos lo que puede causar obstrucciones intestinales. A algunos también les gusta comer papel o trapos, los trocitos no suelen provocarle daño pero sí los trozos más grandes lo que les provoca - ya se puede imaginar - una obstrucción intestinal.
Por algún motivo, a muchos hurones les gusta comer jabón, así que manténgalo fuera de su alcance. Sea también consciente que les gustan excavar en las macetas e incluso masticar las plantas y algunas de ellas pueden ser venenosas. Las plantas pueden protegerse de sus excavaciones (pero no de que las mastique) poniendo grandes rocas o una rejilla de metal cubriendo el macetero.
Finalmente, una vez que todo esté listo tendrá que tomarse el trabajo de comprobar que está bien acondicionada para su o sus hurones, y deberá echarles un ojo, ver por dónde se meten.
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